Los cacicazgos
constituyeron un modo de vida que se caracterizo por la integración
sociopolítica de diversas comunidades aldeanas, las cuales se subordinaron a un
señor principal o cacique, cuyas relaciones podían incluir el pago de tributos
y en consecuencia, diferencias sociales o de rango. Tal es el caso de la
sociedad caquetìa, cuya estructura de clase permitió a una elite descendiente
del linaje de la familia Manaure, heredar un estado, estableciendo alianzas
políticas a través de matrimonios entre hijos de caciques y principales. De
acuerdo con la jerarquía social de los caquetios el individuo que tenía la
mayor autoridad territorial era el Diao, tal fue el caso de Manaure, cacique de
caciques. A este le seguían los Boratios, Mohanes, o Piaches, quienes
constituyeron la clase sacerdotal, cuya participación en rituales mortuorios,
religiosos, ritos agrarios, medicinales, asesoría y en la toma de decisiones
políticas los ligaba directamente al centro de poder. En la escala más baja se
encontraban los Naborías o trabajadores del común.